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martes, 4 de marzo de 2014

CUENTOS PARA NIÑOS

LA PRINCESA HILLARY

Cada mañana Hillary se levantaba muy temprano para ayudar a su mamá a repartir desayuno a los más necesitados. Hillary cantaba al repartir el pan y todos ya la conocían.

Un día la mamá de Hillary no podía ir a repartir el desayuno porque se encontraba un poco enferma y Hillary se  ofreció hacerlo sola. La mamá aceptó indicando:


- Hillary, ten mucho cuidado, existen personas que les gusta comportarse mal, no hables con nadie que no conozcas.

Hillary fue a repartir el desayuno y en el camino se encontró con dos niñas, se llamaban Lucy y Marce. Ellas se ofrecieron a ayudarla para repartir el desayuno y Hillary aceptó.

Al día siguiente Hillary le dijo a su mamá

- Mamá, yo puedo llevar sola el desayuno, me encontré con dos amigas y ellas me ayudarán

La mamá acepto y dejó ir sola a su hija. Al salir de la casa estaban Lucy y Marce y al llegar a la plaza donde repartían el desayuno, se acercó un señor de aspecto elegante y les preguntó:

Niñas, ¿De quién fue la idea de ayudar a estas personas que necesitan mucho apoyo?

Y Marce respondió, mía señor.

Él se quedo mirándolas y se retiró diciendo muy bien sigan así.

Al día siguiente en la plaza, el señor elegante se volvió acercar a Lucy, Hillary y Marce y les dijo:
- Niñas soy Juan Maison y estoy haciendo un concurso en el teatro, la niña que gane, será princesa por un día y tendrá todos los deseos que pida

Las niña, gritaron y bailaron de emoción aceptando el concurso. Pero el señor les dijo:

- Pero hay un problema.  El concurso es mañana y siempre las he visto a esta hora dando el desayuno a toda esta gente, y Lucy le respondió

- Si señor pero no importa, el día del concurso estaremos con usted, igual será solo un día.

El señor sorprendido por la respuesta les dijo, está bien las espero, no falten

Llegó el día del concurso y al entrar al teatro las niñas se sorprendieron al ver a otras niñas, los globos, muñecas y todos los juguetes. El señor Juan al verlas se sorprendió y dijo 


- Aquí falta alguien, ¿Quién será?

- y Lucy respondió, falta Hillary ella no pudo y Juan le preguntó porque

Marce respondió, se quedó en su casa no quería venir

El señor se quedo pensando y les dijo a Lucy y Marce pueden agarrar una muñeca y jugar. 

Ahora regreso, me olvide traer algo.

El señor Juan fue a la plaza y vio a Hillary repartiendo con su mamá el desayuno, al verlas se acercó a la mamá y le preguntó desde cuando ayudan a estas personas.

Y  la mamá respondió, desde hace muchos años, mi hija Hillary siempre me ayuda. El señor Juan se retiró y dio las gracias a la mamá y a la niña. Antes de irse se acercó a Hillary y le dijo tu eres la PRINCESA, así que todo lo que pidas se hará realidad.

Al regresar el señor Juan, al teatro les dijo a las niñas:

- Terminó el concurso. Antes de irse escojan un juguete se los regalo.

Las niñas emocionadas por el regalo se fueron sin preguntarle quien había ganado.  Al día siguiente Hillary y su mamá fueron a la plaza a llevar el desayuno y al llegar se encontró con el señor que les dio la sorpresa


La plaza estaba lleno de globos, juegos, había una mesa de mucha comida y Juan estaba sobre el escenario  y anunció a la PRINCESA

- Nuestra PRINCESA es HILLARY y todas las personas ahí presente aplaudieron. Hillary pidió este deseo que todos se reúnan en la plaza.

Y todos los niños empezaron a jugar, los padres estaban hablando entre ellos, compartiendo un momento muy agradable.


Y desde aquel día, la plaza se volvió el lugar preferido de todas las personas.




EL ELEFANTE Y LA HORMIGA

Había una vez, Un elefante que estaba muy solo, se llamaba Will, el era tan noble y siempre le gustaba hacer amigos nuevos, los otros  elefantes siempre lo miraban y se preguntaban que hacia tanto tiempo solo


Y de pronto el elefante empezó a reírse y los demás, se quedaron mirándolo con asombro

- Que pasa? Con quien se ríe? Se preguntaron los elefantes

El elefante Will estaba con alguien que no se podía ver, era tan chiquito que solo él lo veía, se trataba de una hormiguita bien risueña, alegre, aventurera, su nombre es Aria.

De pronto todos los elefantes se acercaron donde Will y le preguntaron
- Will con quien estás hablando?
- Si, Will creo que tanto tiempo solo te está afectando?
Will, solo miro y dijo - Estoy con alguien maravillosa, divertida, su nombre es Aria. Y les pregunto
Acaso, no la pueden ver?

Y todos empezaron a reírse, Will extrañado les preguntó
- Porque se ríen - y ellos respondieron
- Will, estás enfermo, ves fantasma, no hay nadie aquí (ellos miraban solo  alrededor de ellos y hacia arriba, nunca miraron hacia abajo)
Will, miró a Aria y empezaron a reírse diciendo...Y no se les ocurrió mirar hacia abajo

Y todos miraron y Aria con una cara sorprendida dijo HOLA CHICOS.


Will, presento a su amiga a los demás elefantes, y les dijo no siempre tendremos amigos de nuestro tamaño, siempre es bueno conocer a todos y compartir diversas travesuras y aventuras. 


Mis amigos, Mi mundo

Habían tres niños que eran mejores amigos Mario, Johanna y Rafi, en una tarde hermosa hacia tanto calor que decidieron salir a caminar Mario tenía 8 años, Johanna 9 y Rafi 7; caminaron tanto que no se dieron cuenta que  habian llegado a un puente y al ver esa hermosa vista, empezaron a crear su propio mundo.
ellos decidieron que cada martes y jueves regresarían hasta aquel puente, donde crearon el mundo con tan solo imaginarlo, un lugar perfecto para compartir su amistad, en donde ellos podían hacer lo que siempre se imaginaron, a Johanna le gustaba volar, ya que le encantaba ver todos los paisajes desde muy alto, Mario era muy fuerte, podía cargar una roca, un árbol y  Rafi siempre se imaginó ser una niña invisible, que le gustaba hacer cosquillas a sus amigos sin que la vieran. 

En aquel lugar encontraron hermosos paisajes, donde existían los animales más cariñosos ya que eran los animales que más les gustaba cuando ellos eran más pequeños, donde el agua era refresco, y las flores dulces, y en cada árbol encontraban diferentes frutos, no habían ni peleas, ni diferencias sociales, todos podían compartir ese mundo maravilloso.

Pasaron los meses, y ellos no faltaban a ninguna reunión de cada martes y jueves. Un día  Rafi se sintió mal, no podía levantarse de la cama y su mama tuvo que llevarla al hospital. El doctor le explicó a la mamá que se había contagiado de un virus extraño. Mario y Johanna se preocuparon tanto por Rafi que todos los días iban al hospital para visitarla, aunque no podían verla ya que no se podía entrar al cuarto donde se encontraba. Pasaron 2 semanas y Rafi se recuperaba poco a poco, Mario y Johanna se olvidaron de ir al puente, porque iban todos los días para saber noticias de su amiga. 


Hasta que por fin, en inicios del siguiente mes el doctor les dijo a los niños que podían entrar, 
Doctor - Mario, Johanna, pueden entrar al cuarto Rafi no ha dejado de hablar de ustedes 

Los niños saltaron de alegría y fueron corriendo hacia el cuarto. Al ver a Rafi, le preguntaron

Mario - ¿Rafi? 
Rafi - Hola Mario
Johanna - Rafi, por fin te podemos ver 

Empezaron a reírse los tres, y de pronto un silencio y

Rafi - Mario, Johanna fueron al puente ¿Qué tal las aventuras?
Mario - No, estuvimos todos los días aquí
Johanna- Queríamos verte
Rafi - ¿Ustedes creen que siga nuestro mundo allí?
Mario - Lo que importa es que estés bien
Johanna - Nosotros hicimos ese mundo y lo podemos hacer siempre y cuando estemos juntos.

Y empezaron a recordar todos los  momentos divertidos que vivieron en ese lugar, conversaron durante toda la tarde hasta  quedarse dormidos. 
Después de 2 días Rafi se recuperó y regresó a casa.

Pasaron los años y Mario, Rafi y Johanna mantuvieron esa amistad. 




Mi Perro y Yo

Un viernes por la mañana, una niña de 6 años llamada Hillary fue al market con su  mamá, para ayudarla y en el camino, cerca al  paradero del Bus, se encontró en una caja, en donde habían varios lindos cachorritos. 

Hillary - Mamá, puedo por favor llevarlos a casa
Mamá - NO!!! tu sabes que no se puede, no hay tiempo para cuidar a un cachorro
Hillary - pero, están aquí no han comido y necesitan a alguien para que los cuiden.
Mamá - Avanza, Hillary que tengo que preparar el almuerzo


Al llegar a casa, prepararon el almuerzo, y por la tarde siempre acostumbraban a ir al parque que quedaba al frente del paradero del bus. Entonces...

Hillary - Mamá, si siguen los perritos, ¿podemos traerlos a casa?, para que no les pase nada 
Mamá- Puede ser, veremos, pero eso si. Traemos la caja y vemos a quien podemos regalarlos

Al pasar por ahí, solo encontraron un perrito y se miraron sorprendidas porque los otros cachorros ya no estaban.

Hillary - Mamá, ¿Puedo llevarme al perro? 

Sin tener una respuesta de la Mamá, la pequeña Hillary se saco la casaca y agarro al cachorro abrazándolo tiernamente. La mamá solo atino a mirar, lo que hacia su hija y admirada del gran corazón que tenía Hillary. 



La Mamá al ver el enorme corazón de Hillary, decidió adoptar al cachorro, al cual decidieron llamarla Estrellita.


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